Si alguna vez te muestran una obra de arte diciéndote que es original, cómprala, porque su autor habría venido de otro planeta.

El cuerpo de trabajo de la humanidad en las artes visuales es inmenso.

Contiene innumerables obras de arte creadas durante miles de años.

Tendemos a ver cada contribución artística como original y única. Aun así, la verdad es, que nuestra poderosa memoria visual genera procesos mentales conscientes y subconscientes de gran complejidad en cada paso del proceso creativo.

Por tanto, debemos concluir que la originalidad en el Arte no existe. Y esto es bueno.

En lugar de engañarnos a nosotros mismos con una originalidad fatua, podemos enorgullecernos de abrazar nuestra herencia creativa y nuestra historia visual común.

Sin embargo, el arte deja de ser arte si se convierte en una mera obra de simple imitación directa. Por lo tanto, el desafío para los artistas presentes y futuros es reinterpretar y recombinar las imágenes del acervo histórico universal creando nuevas versiones de Arte.

Esta obra y otras por venir constituirán una nueva colección titulada Iconos del Arte.

Volver a visitar a los Grandes Maestros es emocionante para mí. Trabajaré sobre pinturas icónicas de museo creando reinterpretaciones divertidas para ti.

El cuadro de Leonardo de La Gioconda es el cuadro más famoso de la historia del arte. Leonardo tardó dieciséis años en pintarla. Su técnica de sfumato consiste en aplicar múltiples capas de pintura translúcida, sin dejar rastro de pinceladas.

Mi desafío en esta intervención estilo Pop-Art fue doble, primero porque millones de personas reconocen instantáneamente el rostro de Mona Lisa; y segundo, porque trazar líneas para sustituir los rasgos faciales esfumados y sin fronteras de Leonardo sin perder la personalidad de la señora del Giocondo fue difícil y requirió muchos intentos y tiempo. El menor giro equivocado de la línea y en lugar de Mona Lisa, obtenía alguna de sus hermanas desconocidas, que por supuesto eran carentes de su enigmática sonrisa y su carisma. 

Una combinación de medios tradicionales para la cara y collage digital para el resto me dio un resultado satisfactorio. Crear espacios con forma de vitral busca ser refrescante y de alguna manera irreverente.

Si estuvieras visitando la tienda del Museo del Louvre, ¿comprarías una impresión del original de Leonardo o esta versión lúdica con una cara amarilla?  ¿Cuál sería mejor tema de conversación con tus invitados?